jueves, 2 de octubre de 2008

¡¡Persiste la Dictadura..."Constitucional"!!


De una u otra forma, desde que se volvió a “Democracia”, ya a la altura de 1990, ha estado “penando” esa Carta Otorgada de 1980, creada "provechosamente por el Gobierno Cívico Militar"(1) durante el tiempo que se instalo y barrió con la anterior (1973-1990), sin embargo, tras el termino fáctico de la Dictadura (1990), persiste aún, la ya vieja ordenanza e idea constitucional de la misma, hasta tiempos presentes.
Parece oportuno (antes que todo) señalar los motivos de la concepción y reemplazo del término semántico, Constitución por la de Carta Otorgada. Esta obedece a entender que la Carta Fundamental se aprobó en un Plebiscito, en la cual no se cumplían con ninguna de las garantías mínimas para efectuarlos teniendo en cuenta, la represión en sus distintas expresiones y enmarcada por ejemplo, en la prohibición de poner en tela de juicio la legitimidad del Gobierno Cívico militar, imperativo, que impedía el libre pensamiento y expresión sobre el mismo. Al contar por tanto, con estas graves deficiencias que presenta el proceso de creación del texto constitucional así como el proceso de su aprobación "hacen aconsejable, para efectos histórico-jurídicos, denominarla Carta Otorgada de 1980"(2) .
Esta fijación en la creación jurídica, ineludiblemente traspasa los elementos característicos del mismo a toda la sociedad, ya que al haber sido el Derecho y la idea Constitucionalista utilizada como medio para la restauración (entre otras) de un modelo socioeconómico, identificado con el Patrón Neoliberal, tendemos a ver mas ampliamente el panorama respecto a la relevancia de remontar histórica y jurídicamente los procesos y condiciones que se gestan hoy.
Justamente al observar el patrón económico que impera e introducido por la fuerza de las armas (1973 por Pinochet) y posteriormente del Derecho ( 1980 por fuerzas Civiles más que Militares, en las que destaca Jaime Guzmán,), nos encontramos que este carece de escrúpulos a la hora de manifestar el crecimiento económico y la correspondiente acumulación, puesto que se vale de “ventajas espureas” (remuneraciones, despidos, etc.) para asegurar el menor costo y alcanzar la mayor rentabilidad, no importando si para ello tenga que "llegar a considerar al ser humano no como un ser dotado de identidad sino, apenas, como “unidad de mercado”, una cifra, o un “hommo mercantil”(3) . Sumado a ello, comprobado es enunciar que el crecimiento se manifiesta de forma concentrada y no necesariamente tiene un impacto en las mejoras distributivas, claro está sino se las exige ya sea por los propios trabajadores como por el Estado, aún cuando sabemos que ambos (de una u otra forma) están debilitados "producto de las mismas transformaciones forzosas exigidas por el patrón neoliberal"(4) .
De otro modo, al observar un tema contingente como la educación, esta tomó un nuevo carácter justamente porque la Carta Otorgada de 1980 permitió que en el último día de ejercicio en el poder, se propiciara la promulgación la hasta ayer cuestionada Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), en la que "bajo el pretexto de la libertad de enseñanza logró institucionalizarse legalmente la educación de mercado"(5) , de la misma manera en que lo hace hoy, la LGE.
En el aspecto político en tanto, es revelador el Sistema Electoral existente. Con respecto a este, Astorga, licenciado en Derecho y Economía, hace una singular relación entre una y otra disciplina al manifestar que "el voto se ha convertido en la unidad mercantil de esta Democracia, ya que el voto adquiere más valor cuanto menor es el número de personas que votan"(6) , fenómeno que justamente se manifiesta en la actualidad y se expresa en el desinterés de los ciudadanos por la política y los partidos. Siguiendo esta lógica, tenemos que el sistema electoral deviene cada vez mas en un mercado electoral que dificulta la libertad de escoger y fomentar la conciencia colectiva, pues cuenta con una ingeniera electoral que modifica la contabilidad de votos (Sistema Binominal), "sobre representa a las minorías, mantiene un sistema de votaciones y quórum que impiden tomar acuerdos sobre ciertas materias, consolida instituciones fácticas, tales como la el Tribunal Constitucional, Consejo de Seguridad"(7) , etc.
Finalmente y a modo de conclusión, al estar expuestos los argumentos que cuestionan el aspecto constitucional de la Carta que nos rige hoy, tenemos que circulan en los medios (mas que nada los “alternativos”) un cuestionamiento a la llamada “Dictadora Constitucional” que opera dentro de un sistema que es administrado por Gobiernos, que al desconocer ese calificativo, dicen llamarse Democráticos. Al enfrentarnos a estas publicaciones, reconocemos que si bien la Carta fue reformada por Lagos el 2005, esta "no ha cambiado las bases de la institucionalidad ni el modelo económico"(8) , y por ende, estamos inmersos en un hibrido legalista conformado por leyes que necesariamente no se crearon en un contexto democrático .Tras 1990, en tanto, se sigue administrado el poder bajo el lema de Democracia, siendo que por los motivos presentados, ésta no entrega las herramientas suficientes que permitan el libre ejercicio de la Soberanía Popular y de su representación legitima. Por todo esto no podemos dejar de manifestar nuestra simpatía a este tipo de noticias y a programas alternativos de gobierno que propongan que el único medio legitimo de legitimar la Actual Carta, es mediante plebiscito nacional para "decidir si la mayoría está de acuerdo o no con convocar a una Asamblea Constituyente y en dotar a sus miembros de plenos poderes para proponer a la ciudadanía una nueva constitución"(9) .


Referencias:

(1) Palma González, Eric Eduardo; Artículo” De la Carta Otorgada de 1980 a la Constitución Binominal de 2005. Notas para un balance de 25 años de historia constitucional”. El autor explicita que para efectos de la historia constitucional, resulta relevante distinguir el apoyo cívico a las acciones armadas del día 11 de septiembre, del apoyo a la obra del Gobierno Cívico Militar …

(2) I bid

(3)Quilodrán, Fernando ; Columna titulada “Cultura y Neoliberalismo”, Revista “Pluma y Pincel”, Edición Noviembre-Diciembre ,2006, Santiago de Chile.

(4) Para mayor detalle véase: Agacino, R.: Cinco ecuaciones “virtuosas” del Modelo Económico Chileno y Orientaciones para una Nueva política Económica”, PET, Santiago.). p. 3.

(5) Alvear Atlagich, Fernando; Miranda Rozas, Carlos; Columna sobre “Movilización de estudiantes secundarios síntomas de una crisis neoliberal en Chile” Santiago, 9-11 Noviembre 2006, Revista “Pluma y Pincel”, Edición Noviembre-Diciembre, 2006, Santiago de Chile.

(6)Cademártori, José; Columna sobre “La democracia agoniza voto a voto” libro de Enrique Astorga, Revista “Pluma y Pincel”, Edición Noviembre-Diciembre, 2006, Santiago de Chile.

(7) I bid.

Columna de Patricio Navia, titulada “Tapar el sol con el dedo”, La Tercera, Santiago, 24 de Septiembre de 2005.

(9)Cademártori, José; Columna sobre “Chile: un programa de gobierno democrático participativo”, Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Critico. Ponencia al coloquio internacional “América Latina en movimiento: Construyendo alternativas la neoliberalismo” Santiago, 9-11 Noviembre 2006, Revista “Pluma y Pincel”, Edición Noviembre-Diciembre, 2006, Santiago de Chile

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